13/6/12

TEOLOGÍA DE LA ESPERANZA

Teología y Psicología de la Esperanza
Teología de la Esperanza
            Hablar de esperanza desde la teología es algo sumamente encantador y emocionante, es algo que muchos lo hablan desde un punto de vista sensacionalista, y aunque es un elemento trascendental dentro del plan de salvación de Nuestro Señor Jesucristo, no es algo que debemos convertir en un asunto de almas que andan volando por lugares espirituales, en algunos casos se menciona que hasta separadas del cuerpo. González y Maldonado (2003), hacen mención que esta enseñanza acerca de que lo que tiene esperanza es únicamente el alma, esta basada en las ideas gnósticas y platónicas acerca de que todo lo físico o material es malo y solo lo espiritual es bueno.

10/6/12

COMO TOMAR LO QUE YA DIOS NOS HA ENTREGADO

(Análisis a Josué 11)
El capitulo 11 de Josué viene a narrarnos el proceso de conquista de Josué de la tierra prometida, Josué venia del grupo que había salido de Egipto y había atravesado el desierto junto a Moisés, logro ver muchas hazañas de Dios en medio del Desierto, fue el servidor de Moisés.
            Josué logra conquistar Jericó, y posteriormente muchas otras ciudades fueron conquistadas también por él, encontramos un hombre aguerrido y batallador en Josué, dispuesto a obedecer la voz de Dios y cumplirla al pie de la letra ().
            Día a día nosotros queremos ver respuestas de Dios en nuestras vidas, si son inmediatas mejor, pero este capítulo del libro de Josué nos enseña tres pasos que debemos seguir para tomar lo que Dios ya nos ha entregado.
El primer paso Dios nos llama a «arrasar y destruir» (v.11), la importancia de acabar con todo lo que tenia que ver con el hecho de no contaminarse, de vivir libres del pecado, el acto de prenderle fuego a la ciudad era un acto de santidad y purificación.
            Un ejemplo claro de las consecuencias que trae no arrasar y destruir con todo fue el caso de Acán registrado en el capitulo 7 de Josué, cuando Israel conquista a Jericó la orden fue “no tomar nada de lo que ha sido destinado al exterminio” (6.8). Sin embargo Acán desobedeció y tomo para si parte del botín que Dios había destinado al exterminio. Esto produjo un mal resultado en la batalla contra Hai, un pequeño pueblo fortificado. Pero vino la palabra del Señor para declarar al que cometió el delito y que el con su familia debían ser quitados para que el pueblo fuese purificado y por supuesto lo que se había tomado del botín prohibido debía ser destruido.
            Proverbios 28.13 dice; quien encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja, halla perdón (NVI).
            1ª Juan 1.9 declara; si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.
            El fracaso a la hora de detectar y enfrentar el pecado le costo a Israel la derrota de Hai.
            Éxitos anteriores pueden hacernos menos vigilantes ante el pecado. Ninguno de nosotros debe darse el lujo de «bajar la guardia» porque hasta el pecado de una sola persona puede debilitar la vida de toda la iglesia.
            Es necesario comprender que los pecados individuales debilitan toda la iglesia. Enfréntate al pecado rápida y decididamente. No dejes ningún pecado sin confesar ni sin enfrentar. Piensa que un pecado no confesado se convierte en una trampa.
            El segundo paso, lo conseguimos en el versículo 18, «por mucho tiempo» la promesa de Canaán se le dio a Moisés, sin embargo él no entro, solamente la vio de lejos, durante 40 años estuvo en el desierto esperando ver la promesa de Dios. Pero fue Josué quien recibió la promesa después que Moisés la había perdido, las batallas que Josué tuvo que luchar desde Jericó en adelante duraron aproximadamente 5 a 7 años.
            Los israelitas duraron 40 años en el desierto y solo dos lograron ver la tierra prometida. Jesús ayuno 40 días para comenzar a ver la gloria de Dios. Daniel después de tres semanas de ayuno (aflicción), logra ver la respuesta de Dios. Ana una mujer que oraba y ayunaba siempre en el templo espero 84 años para ver al Mesías. Ana la madre del profeta Samuel espero por mucho tiempo la respuesta de Dios. Abraham y Sara, cuanto tiempo esperaron, de viejos tuvieron a Isaac. El hombre sanado en el estanque de Bethesda, espero 38 años para que lo ayudara alguien a bajar al agua para recibir su milagro. Y un ejemplo claro es la parábola que Jesús da de la viuda y el juez injusto.
            Lucas 18.1; Jesús le conto a sus discípulos una parábola para mostrarles que debían orar siempre, sin desanimarse.
            En Romanos 12.12, perseveren en la oración.
            1ª Tesalonicenses 5.17; oren sin cesar.
            Gálatas 6.9; no nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencido.
            Oraciones rápidas, para que sean respondidas rápidamente. Vivimos en una época donde nos tienen que atender de primero, así sea yo el último que llego, solo porque estoy apurado. Te molesta tener que hacer una cola para preguntar algo, andamos desesperados y queremos que las respuestas de Dios sean instantáneas como el café instantáneo, y no hay duda de que Dios en ciertas ocasiones responde rápido, al instante. Pero las cosas grandes e importantes se luchan por largo tiempo (v.18), por eso el llamado de Dios a ser fieles en lo poco, porque lo importante es la perseverancia, Josué no entro al instante que se le entrego la promesa a él, lucho por mucho tiempo. Cuanto debemos esperar nosotros no sabemos, pero la respuesta y la promesa de Dios son fieles, solo hay que esperar luchando.
            El versículo 21 nos dirige a un tercer paso que nos guía a conocer como tomar lo que Dios nos ha entregado.
            Los hijos de Anac (anaceos o anaquitas), la palabra significa hombres de cuello largo, eran habitantes de Palestina, identificados como descendientes de Anac; eran de gran estatura e infundían terror en las poblaciones de la región.
            La Biblia nos habla de un ejemplo que casi todo el mundo conoce, es la historia de David y Goliat, este filisteo se convirtió en el terror de los israelitas y otros pueblos, este gigante se burlaba de Dios y de su pueblo, de la fe de Israel, se sentía invencible, aparece el pequeño David y se convierte en un retador que desafía a este gigante, David venia de enfrentar en el campo batallas contra otros tipos de gigantes en el trabajo de defender a sus ovejas, además sus experiencias con Dios no lo dejaron titubear y convertirse en el héroe de su nación, el salvador de su pueblo, el que derroto al gigante.
            Éxodo 14.14; ustedes quédense quietos, que el Señor presentara batalla por ustedes.
            Josué 23.3 él peleo las batallas por ustedes.
            Hebreos 2.14; él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte.
            Gigantes que hoy nos desafían, que nos atemorizan, nos dan terror, nos acusan, y no nos dejan vivir en paz.
Nuestros miedos, problemas que nos afectan día a día, y les damos mas valor a ellos que a nuestra fe.
Nuestros malos hábitos, son también parte de los gigantes que tenemos que vencer, derribar para poder tomar lo que Dios nos ha entregado.

Conclusión
            Si queremos prosperar en todo lo que hagamos tenemos que luchar, esperar, y esperar luchando, y decidir vivir apartados del pecado y consagrados para Dios, solo así, veremos la gloria de Dios en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestras naciones, estas premisas están por encima de cualquier método que se pueda usar para intentar tomar lo que ya Dios nos ha entregado.

Dios te cambia el nombre